Respetable
Barack:
Siempre he
sostenido que el poder atonta a los inteligentes y a los tontos los vuelve
locos, por eso no me sorprende tu carta, eres una persona inteligente.
Como veo que sabes, el gobierno de mi país compró un avión sumamente caro, que puede ser
muy bueno (guardando proporciones), pero tenemos un pueblo pobre que no se
puede permitir ese lujo. El tuyo, tu pueblo, es beneficiario de la
riqueza que en su provecho se extrae de todo el mundo, a nosotros nos pasa al
revés, ustedes, extraen riqueza de aquí.
Mientras ello
continúe y mientras nuestra gente no pueda acceder a una vida digna, es
incongruente gobernar con los lujos que comentas, y aún teniendo un pueblo en
mejores condiciones, resulta indigno.
Entiendo que
dices compartir la filosofía del Papa Francisco, a quien respeto; bueno, ésa
filosofía se aleja mucho de tus aviones y sistemas de seguridad, como del avión
mexicano.
Pero lo que más
me alerta de tu carta es la falta de interpretación política, pensé
que tenías actitudes para identificar la ironía, la mofa o la burla de las
cosas serias, veo que no, o ya las perdiste después de casi ocho años sentado ahí.
Te explico:
Cuando digo que
te lo voy a vender, pues no lo digo en serio, en el 2018 no podrás comprarlo,
vivirás de tu pensión. ¿Apoco sale para un lujito así? Pues no.
Tampoco se lo
venderé a quien llegue en tu lugar (ése va a terminar peor que el pato Donald), es una forma de continuar con mi
comunicación política, así hago más explícito mi mensaje de austeridad (en el 2018 veremos quien se apunta para llevárselo); en
México lo entendemos bien, hay cientos de “memes” al respecto, dile a una de
tus hijas que te los muestren. Te vas a reír mucho.
Bueno, como tú,
tengo muchas cosas que hacer (entre otras echarme un Boing de mango), lamento
saber que no compartiré mandato contigo, tendré que soportar al esperpento que elegirán en breve, eso si que es broma y muy mal gusto.
PD. Los
fanáticos que dices no son tales, son gente que ha volado y ya, alguno que otro
sabrá de aviones; pero todos, tienen sentido común.
¡Pájala bien!
AMLO.
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